La rentabilidad de la energía solar y las bombas de calor aumenta: así evolucionarán sus plazos de amortización

13/03/2023
La rentabilidad de la energía solar y las bombas de calor aumenta: así evolucionarán sus plazos de amortización

Un nuevo informe de McKinsey & Company sugiere que los plazos de amortización de las bombas de calor y la energía solar instalada en edificios podrían reducirse en varios años para 2030.

La eficiencia energética de los edificios es un tema que ha cobrado cada vez más importancia en los últimos años, no sólo por los beneficios ambientales que genera, sino también por los económicos. En este sentido, la energía solar y las bombas de calor se presentan como dos soluciones interesantes para mejorar la eficiencia energética de los edificios y reducir el coste de la energía en los hogares.

Un nuevo informe de McKinsey & Company sugiere que el período de amortización de las bombas de calor y la energía solar podría reducirse en varios años para 2030. Según el análisis realizado por la consultora de gestión global, el atractivo de cada inversión aumentará a medida que las industrias de la Unión Europea (UE) escalen y reduzcan los costes de producción e instalación.

Tres potenciales escenarios de precios

El informe considera tres escenarios de precios, utilizando como ejemplo una vivienda unifamiliar alemana. Estos son los siguientes: «Precio alto de las materias primas», «precio alto de la gasolina pero precio medio de la energía» y «precios bajos de las materias primas», en el que los precios de la gasolina vuelven a los promedios históricos y los precios de la energía alcanzan nuevos mínimos.

Lógicamente, las bombas de calor y la energía solar tienen los períodos de recuperación más largos en el escenario de bajo precio de la energía, pero también tienen grandes disminuciones en los períodos de recuperación entre 2022 y 2030. Las bombas de calor podrían reducir sus períodos de recuperación en un 38 %, de 17,1 años en 2022 a 10,6 años en 2030, mientras que la energía solar podría caer un 31 %, de 12,6 años en 2022 a 8,7 años en 2030.

Para el escenario de «precio de energía promedio», los períodos de recuperación podrían reducirse de 12,5 años en 2022 a nueve años en 2030 para las bombas de calor y de 9,2 años en 2022 a 5,8 años en 2030 para la energía solar.

Finalmente, en el escenario más favorable, la energía solar tiene los períodos de recuperación más cortos y podría caer un 34 % de 8,2 años en 2022 a 5,4 años en 2030, mientras que el período de amortización de las bombas de calor podría pasar de 15,1 años en 2022 a 10,3 años en 2030, un 32 % menos.

Tres iniciativas para mejorar la eficiencia energética

El informe también destaca tres iniciativas que cuentan con el mayor potencial para mejorar la eficiencia energética de los edificios de la Unión Europea: el aumento de las instalaciones de bombas de calor y energía solar en los tejados, y la mejora del aislamiento de los edificios.

Para alcanzar los objetivos Fit-for-55 y Repower EU de la UE, se requerirá un despliegue anual de energía solar en edificios de alrededor de 33 GW, en comparación con la tasa récord de 22 GW en 2022 y el promedio de 10 GW de los últimos cuatro años. La implementación de bombas de calor también deberá seguir creciendo a un ritmo del 12,5 % anual hasta 2030 para alcanzar el objetivo de RePowerEU de 54 millones de bombas de calor para 2030.

Para lograr estas metas, McKinsey & Company destaca cinco impulsores clave para catalizar estos cambios: mejorar las habilidades de la fuerza laboral, establecer mecanismos de incentivos apropiados, atraer financiación y capital privado, invertir en infraestructura de red y crear cadenas de suministro circulares y netas cero.

Energía solar, bombas de calor y aislamiento

La implementación de bombas de calor y energía solar no sólo reduce los costes de energía a largo plazo, sino que también es una forma efectiva de reducir la huella de carbono de los hogares y edificios en toda Europa. Además, estos sistemas pueden mejorar la seguridad energética, ya que reducen la dependencia de los combustibles fósiles importados y ayudan a aumentar la producción local de energía renovable.

El informe de McKinsey & Company también destaca la importancia de mejorar el aislamiento de los edificios para mejorar la eficiencia energética.

El aislamiento adecuado puede reducir la cantidad de energía necesaria para mantener una temperatura confortable en los hogares y edificios, lo que reduce los costes de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero. La mejora del aislamiento también puede reducir la necesidad de sistemas de calefacción y refrigeración de mayor capacidad, lo que reduce aún más los costes y las emisiones.

Con una implementación adecuada y una inversión en infraestructura y cadena de suministro, estos sistemas pueden ayudar a alcanzar los objetivos de descarbonización de la UE y mejorar la seguridad energética.